martes, 29 de noviembre de 2011

DE VUELTA POR EL UNIVERSO

DE VUELTA POR EL UNIVERSO



Y la composición más auténtica de una realidad intangible es la templanza, el silencio, no la indagación de su fuerza, porque el alma necesita respirar, estar en calma, en la profundidad necesaria para liberar su contaminación y poder esclarecer el mínimo conocimiento de lo que es capaz. No hay más, simplemente escuchar el silencio. La perforación mental a través de la inteligencia racional complica y destruye las mínimas evidencias espirituales del Universo.
Fuerzas vivas que mantienen el poder del Amor nos someten a encrucijadas permanentes, de las que no comprendemos ni entendemos, porque lo planificamos bajo la conducta intelectual, la racionalidad, y no permitimos al Espíritu libre que sienta con placer el maravilloso Universo donde ha nacido y donde resucita cada vez que nuestro cuerpo invade la muerte.

El humanismo siempre triunfa, es cuestión de tiempo, a veces de épocas, pero la parte más sutil humana siempre despierta ante la barbarie, ambiciones y demás despropósitos humanos, ya que ponen en evidencia el poder del Espíritu Universal. Ante ello, la humanidad despierta, aunque levemente, de la oscuridad e intenta reducir a sus trasmisores. La profundidad del alma, emisaria del Espíritu, siempre vive alerta a su propia resistencia y al abandono de las cadenas que le impiden vivir con su luz.



ÁNGEL SANZ GOENA
www.colordelalma.com

miércoles, 2 de noviembre de 2011

AL SENTIMIENTO


AL SENTIMIENTO


Sentí la fragancia de la flor, cuando mi alma despertó con el amor de tu corazón eterno.

Con qué sutileza nace el amor en el despertar de las flores, como en el bello sueño del dormir de las hojas otoñales.

¡Qué bella es tu mirada, mujer, donde la luz de tu dulzura emana de esa alma silenciosa!

¡Qué sencillo es el momento de tu compañía, mujer, cuando tus besos serenos y sedosos iluminan la sonrisa en tus mejillas!

La lluvia me cedió una de sus gotas… y la amé como a una lágrima más.

No soñé con serte útil sino con amarte siempre.

La fuerza del Amor no está en mí, sino que soy cauce de su camino Bienaventurado.

Las hojas bailaban con el viento al atardecer, en aquel otoño cálido en Amor.

Jamás había conocido el Amor hasta llegar a descubrir la generosidad y bondad de tu alma humilde.

Mis manos acariciaban tus mejillas mientras las lágrimas de mi corazón agradecían tu amor desprendido.

Hablaste con la Luz de mí, y ella recordaba un lento acontecer.

El inicio de nuestro idilio brotó de la dulzura de tu amistad, en un lugar donde habitan las pequeñas cosas.

La noche escuchaba el oleaje de aquel mar de sombras. Respiré sereno ante la aventura de mi alma nocturna.

Lo mismo que los pájaros abren un amanecer luminoso, las nubes otoñales cierran el horizonte de un glorioso atardecer.

¡Qué bella es la sonrisa de la flor al amanecer, cuando los rayos del sol se deslizan por sus pétalos!

¡Qué bella es el alma serena en este mundo de deseos y pasiones!


EXTRAÍDO DEL LIBRO "HORIZONTES ALADOS" DE MI AUTORÍA


ÁNGEL SANZ GOENA
www.colordelalma.com