INTROSPECCIONES EN UN ALMA HUMANA

INTROSPECCIONES EN UN ALMA HUMANA

Frágil e insegura; inteligente y precisa: miedosa y alocada; desafiante y prudente. Toda esa conducta se mueve por tu carácter, pero, en cambio, eres elevada de espíritu. Peregrina del amor, caminas por los horizontes sagrados de la Vida. Aprendes los códigos universales y los acaricias, sin saber aún la precisión de los mismos, pero intuyes que el sometimiento a ellos es imperecedero. Muestras alegría mientras unas sensaciones extrañas te paralizan, por el desconocimiento hacia la nueva estructura de tu sendero. Pero, en cambio, observas con entusiasmo mientras la desesperación por comprender su contenido te agobia y te mantiene en vilo. Tu corazón se limpia. Tu alma se ennoblece. Y tu carácter se equilibra y adquiere el poder de la luz.
Así va tu vida, tu sendero, tu destino.

La envidia es el mal de las personas que les gustaría ser como otras, pero sin arriesgar ni aprender, y sin voluntad y valor. La envidia corroe, es imprecisa, porque mueve sentimientos oscuros desconocidos para las personas. La luz protege, alimenta de sensaciones preciosas, aunque sean desconcertantes. Pero, para eso, o has trabajado ya en vidas anteriores o estás dispuesto a aprender, comprender y a saber su significado, porque se siente en las entrañas.
Eres persona sensible, profunda, extraordinariamente perspicaz, aunque tu exigencia sea fuerte y a veces exista cierta intransigencia; pero es parte de tu fortuito y agradecido sendero. Nunca dejes de ser tú, lucha por la construcción de tu auténtico paraíso, tanto terrenal como espiritual, y defiende a ultranza tu posición y diploma universal. No hay medias en la vida, sino ser lo que es. La Ley Natural te proporciona unos métodos infalibles, pero sabios y consecuentes. Tú estás cualificada para tales hazañas, tanto como trovadora y juglar, como guerrera universal. Atiende a tu profunda exquisitez, a tu honda sabiduría y a la firmeza y rigor de tu pasado.
Los muertos vivientes justifican todo e intentan que los demás les acompañen, que sean esclavos de sus costumbres y no destaquen, porque así ellos no son requeridos ni nombrados como mediocres o ignorantes. Avanza sigilosamente, pero descubriéndote, porque debes tener la valentía como la prudencia de ser tú ante el mundo, porque tú eres mundo. Tolo lo que pasa por ti no es tuyo, es de este planeta, de este mundo misterioso como sabio.
Eres grande y tu grandeza está protegida. No tengas miedo y prosigue tu camino.

ÁNGEL SANZ GOENA
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