lunes, 18 de abril de 2011

ROMANCE


ROMANCE



Terminamos la velada.
La luna brillaba insinuante.
Las estrellas danzantes
se comunicaban entre ellas.
La oscuridad inmóvil
mantenía la vigilancia de la noche.

Y mientras, en nuestro paseo
cogidos de la mano,
tu cabeza reposaba sobre mi hombro.

La suave brisa nocturna,
el beso de la noche,
la dulzura de tu mirada,
abrían en mi corazón
el mundo misterioso de los sueños.

Respiré el aroma del amor,
sentí intensas sensaciones de vida,
lloré con tus emociones contenidas,
descansé en el fondo de tus sentimientos.

El gozo de tus románticas palabras
que, como velos enigmáticos
escuchaban mis oídos internos,
acompañaban a mis deseos de besarte.

Recuerdo aquella noche aterciopelada
por el rocío del otoño.
Recuerdo los besos de un sueño,
que finalizaron en el siguiente amanecer.


ÁNGEL SANZ GOENA
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1 comentario:

  1. Nostalgia de emociones contenidas. Que bello es sentir el eco del romance a flor de piel.
    Bello Angel

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